Todos los años, durante el verano, observamos en la farmacia un aumento del número de las infecciones de orina o cistitis, debido a la sudoración y a los baños en playas y piscinas, que favorecen la humedad de la zona genital y facilitan la proliferación de microorganismos.
¿Qué es la cistitis?
La cistitis es una inflamación de la vejiga urinaria, generalmente causada por una infección de bacterias que penetran en la vejiga y se adhieren a las paredes del tracto urinario inferior (aunque si sufre complicaciones o no se trata de manera eficaz puede llegar incluso a los riñones).
Las mujeres tendemos a contraerlas con más frecuencia debido a nuestra anatomía: la uretra es más corta y su abertura está más cerca del ano.
Síntomas de las infecciones de orina
Los síntomas principales que suelen aparecer son: ardor, escozor, necesidad urgente de orinar, ganas constantes de ir al aseo aunque se tenga la vejiga vacía y sensación de que no se ha vaciado por completo.
A veces se acompaña de pesadez en la parte inferior del abdomen, orina maloliente y, en ocasiones, presencia de sangre en la orina.
Causas de la cistitis
Escherichia coli es el germen causante del 80% de los casos de las infecciones de orina. Esta bacteria se adhiere al interior de los tejidos urinarios mediante una especie de filamentos que recubren su membrana y así evita que sea expulsada a través de la orina.
Esta bacteria patógena se encuentra de manera natural en nuestro intestino, pero puede salir a través del ano y contaminar la zona perianal y la vagina y de ésta pasar a la uretra y ascender a la vejiga, produciéndose así la infección del tracto urinario si los mecanismos de defensa del organismo no funcionan adecuadamente.
En este recorrido la E. Coli tiene que convivir con muchos microorganismos que son habitantes naturales de la microbiota intestinal y de la microbiota vaginal. Las bacterias de ambas microbiotas controlan el sobrecrecimiento de los patógenos, reducen el pH de la zona vaginal (sobre todo el Lactobacillus crispatus) y producen un ambiente adverso para las bacterias intestinales patógenas alrededor de la uretra, dificultando la migración de la E. coli. desde el aparato digestivo hasta la uretra.
Factores de riesgo
- Las relaciones sexuales, porque el coito favorece la introducción de las bacterias digestivas a la uretra. El riesgo aumenta más con el uso de diafragma (presiona la uretra y dificulta el vaciado) o de espermicidas (pueden irritar la mucosa del perineo), alterando la flora normal de la vagina.
- La menstruación es un momento crítico ya que la humedad de la zona favorece la infección de orina.
- El riesgo se incrementa también durante la menopausia, porque se produce un déficit de estrógenos, lo que provoca un descenso de los niveles de “bacterias buenas” Lactobacillus, favoreciendo la colonización por E. coli.
- Un aumento de la humedad en la zona genital provocado por cualquier ejercicio o actividad física, genera un espacio perfecto de cultivo que favorece la proliferación de patógenos. También la incontinencia urinaria por ese aumento de la humedad.
- Si tienes el sistema inmune debilitado hay mayor riesgo de cistitis ya que tu cuerpo no puede defenderse contra las bacterias que causan infección.
- El uso excesivo de antibióticos conlleva un desequilibrio de la microbiota intestinal (disbiosis intestinal), que va a producir una disminución de las bacterias de defensa, y un sobrecrecimiento de bacterias perjudiciales y/o de hongos como la cándidas. Esto causará una mayor alteración del sistema inmune por lo que se va a favorecer la perpetuación de las infecciones. Todas conocemos casos de aparición de candidiasis vaginal tras un tratamiento antibiótico por una cistitis.
- El estrés y los problemas emocionales pueden bajar las defensas, con un mayor riesgo de infecciones de orina.
- La diabetes, porque elevados niveles de azúcar pueden estimular el crecimiento bacteriano en la orina.
- Una obstrucción que impida el flujo libre de orina, como un cálculo renal o la hipertrofia prostática en los hombres.
- Tener una sonda vesical es uno de los factores predisponentes más importantes de infección urinaria debido al trauma producido en la uretra.
- Entre el 1-2% de las embarazadas sufre cistitis, porque disminuye el tono del esfínter de la uretra y favorece que la orina se estanque. Además, el aumento en la concentración de nutrientes en la orina favorece el crecimiento de bacterias.
Infecciones de orina recurrentes
En este blog queremos hablar sobre todo de las infecciones de orina recurrentes, que son las que se repiten al menos 3 veces al año, cuando no se ha encontrado una causa justificada (cuando el médico ha descartado otras patologías como piedras en el riñón, problemas funcionales de la vejiga, etc.).
En su mayoría se producen en mujeres en edad fértil (en los inicios de la actividad sexual, sobre todo) y en la postmenopausia.
Consejos para prevenir y combatir las reinfecciones urinarias
El tratamiento habitual con antibióticos de síntesis será valorado por el médico en cada caso. En las cistitis recurrentes, la repetición de este tratamiento puede provocar que las bacterias se hagan resistentes a su acción. Por esta razón, cada vez es más frecuente recurrir a nuevas estrategias para prevenir las distintas infecciones.
Mediante una correcta alimentación y con suplementos de origen natural podemos ayudar a controlar la infección y evitar que se vuelva a repetir. En algunos casos se pueden tomar junto con el antibiótico para reforzar su acción.
1. Medidas higiénicas
- Orina antes y después del acto sexual, para que los patógenos no queden en las proximidades de la uretra.
- Durante la menstruación procura cambiarte con bastante frecuencia para mantener la zona lo más seca posible. Si las infecciones urinarias suelen aparecer en el periodo premenstrual, evitar usar tampones, cambiándolos por sistemas más orgánicos como la copa menstrual o las compresas de algodón.
- Usa ropa interior de algodón. Evita la ropa muy ajustada o que dificulte la transpiración de la región perineal, como los salvaslips.
- Mantén la zona vaginal lo más seca posible después de la playa o piscina, por lo que debes cambiarte de ropa después de estar en el agua o de cualquier actividad que genere humedad en esa zona. También evita el frío en la zona.
- Usa jabones de higiene íntima con pH adecuado y sin agentes irritantes o tóxicos. En la higiene diaria opta mejor por ducha que baño. No se recomiendan la ducha vaginal porque elimina la flora protectora y cambia el pH de la vagina.
- Limpia la zona ano-genital de delante hacia atrás.
- No aguantes las ganas de orinar para evitar el estancamiento de la orina y la proliferación de gérmenes.
- Combate el estreñimiento y no pospongas la evacuación para que los patógenos intestinales no se acumulen.
- Cualquier técnica que reduzca el estrés (relajación, yoga) y refuerce las defensas resulta beneficiosa.
2. Alimentación
La alimentación debe ser rica en antioxidantes y nutrientes que contribuyan al funcionamiento normal del sistema inmunitario como vitamina C, vitamina D, selenio, hierro, zinc, cobre…
Alimentos que deberías potenciar en tu dieta para prevenir las infecciones de orina:
- Ingerir al menos 2 litros de agua al día (puede ser la mitad en infusiones) para orinar con más frecuencia y eliminar más rápido las bacterias.
- Comer ajo crudo, cebolla y perejil por su acción antibacteriana.
- Comer cereales integrales y legumbres porque tienen fibra que sirve de alimento para nuestras bacterias intestinales, aparte de que favorecen el tránsito intestinal. Además, contienen más vitaminas y minerales.
- Aumentar el consumo de prebióticos, como por ejemplo fructooligosacáridos (FOS), presentes en muchos alimentos vegetales (puerros, cebollas, espárragos, alcachofas…)
- Tomar zumo de limón por su poder antiséptico.
- Frutas y verduras ricas en vitamina C (fresas, naranja, papaya, melón, grosellas, kiwis, perejil, brócoli) ya que esta vitamina tiene propiedades antioxidantes. Además, acidifica la orina al excretarse y optimiza la respuesta inmunitaria, por lo que previene la colonización bacteriana.
- Las semillas de lino y chía contienen abundante mucílago, que contribuye a calmar la mucosa del sistema urinario. También pueden tener efectos antiinflamatorios. Se toman de una a tres cucharaditas de semillas frescas molidas añadidas a los alimentos.
- Plantas diuréticas que pueden ayudar a la micción: agua de cebada, diente de león, cola de caballo.
- Zumo de arándano rojo americano (Vaccinium macrocarpon): 30-300 ml al día de preparados que contengan un 30% de jugo natural 100%, sin azúcares añadidos, con una presión en frío del fruto y que no sea a partir de concentrado. Preferiblemente en dos tomas o bien en una sola nocturna. Sus proantocianidinas impiden la adherencia de E. Coli a las mucosas del tracto urinario. Tomarlo separado de los alimentos pues necesita un medio ácido para actuar.
Alimentos que deberías eliminar de tu dieta mientras tengas infección porque irritan la vejiga:
- El café, té, el alcohol y los picantes.
- El azúcar, ya que facilita la proliferación bacteriana.
- Bebidas con gas.
- Los cereales y harinas refinadas que carecen de fibra y favorecen el estreñimiento.
- Alimentos ultraprocesados ricos en grasas y azúcares como embutidos, bollería, bebidas edulcoradas, snacks…
3. Suplementos nutricionales
La ventaja de usar suplementos es que, al ser dosis estandarizadas, son más efectivos y se consigue un mayor cumplimiento, ya que el mayor problema es que muchas pacientes con infecciones de orina recurrentes abandonan el tratamiento tras unos meses.
PLANTAS MEDICINALES
- Extracto de Arandano Rojo Americano o Cranberry
Deben contener 36 mg de proantocianidinas tipo A2 (PAC), que se unen a los filamentos con los que las bacterias se pegan a las paredes de la vejiga, impidiendo su adhesión y facilitando que sean expulsadas mediante la orina, al igual que la D-Manosa.
Se toma por periodos alternos, según los preparados comerciales, a lo largo de un año para la prevención de infecciones urinarias por repetición. Ha demostrado que es capaz de reducir la repetición de las infecciones a la mitad tras un año de tratamiento. - Plantas de acción antiséptica urinaria: Hibisco, Bardana y Gayuba (o Uva de oso). Esta última contiene arbutina, un antiséptico urinario que actúa contra bacterias incluida E. coli y también presenta acción diurética. Es interesante también por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para acidificar el pH de la orina.
- Plantas diuréticas como Solidago (o Vara de Oro), Brezo, Abedul, Diente de león, Cola de caballo.
D-MANOSA
Es un azúcar simple que se produce de manera natural, en pequeñas cantidades, en alimentos como melocotones, manzanas, naranjas y bayas de arándanos rojo. Actúa como el arándano, potenciando su acción. Prolonga el efecto de la antibioterapia y evita en gran medida las recidivas.
PROBIÓTICOS
La base de nuestras defensas está en la microbiota intestinal por lo que regenerarla es imprescindible. El uso de probióticos establece una barrera contra los patógenos infecciosos que ascienden por el tracto urinario y causan posteriormente una infección. Por lo que tomar probióticos es una gran medida para evitar y ayudar al tratamiento de la cistitis.
Hay que tener en cuenta las cepas según cada caso y especialmente si hay o ha habido otras infecciones como cándidas. Entre los más usados están el Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus rhamnosus, antiadherentes bacterianos y Lactobacillus crispatus, que inhibe el crecimiento de patógenos.
Siempre hay que espaciar la ingesta de probióticos de las bebidas calientes.
HONGOS MEDICINALES
Combinación de los hongos medicinales Cordyceps y Polyporus, con acción tónica y drenante de riñones y vías urinarias y Shitake, potente bactericida.
ACEITES ESENCIALES
Existen diversos estudios que avalan el uso de aceites esenciales de calidad y con rango terapéutico definido como terapia sustitutiva de los antibióticos. Uno de los más estudiados es el aceite esencial de Orégano (Origanum vulgare), que suele presentarse en sinergia con otros aceites que potencian su acción. Los quimiotipos (compuestos químicos que contienen los aceites esenciales) con acción antibacteriana y antibiofilm potente son el carvacrol y el timol.
HOMEOPATÍA
- Cantharis es de elección en los escozores fuertes, con micciones frecuentes y poco abundantes y orina color oscuro.
- Mercurius corrosivus se usa cuando estos síntomas son más intensos, con muchísimo dolor y orina más oscura y sanguinolienta.
- Staphysagria está indicado en cistitis post-coital, por sondaje o en cistitis de repetición.
En Farmacia Ildelina Blanco disponemos de preparados que combinan varios de los productos que hemos ido desgranando, de manera que sus acciones se potencian y aumenta la eficacia.
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